Nuestra contraparte la clínica urbana de la Universidad Hebrea ha creado la red Peer Cities Network para ofrecer un espacio en el que varias ciudades con retos similares puedan intercambiar experiencias, con el objetivo de ampliar la escala de las soluciones de Urban95 en Israel. Se han unido a la red nueve ciudades de distintos tamaños y contextos culturales: Beersheba, Elad, Holon, Jerusalén, Kfar Saba, Rahat, Sderot, Tel Aviv-Yafo y Umm al-Fahm.
Relevancia para los distintos lugares del país
Las ciudades israelíes son muy diferentes entre sí, y sus diversas situaciones económicas y demográficas plantean desafíos distintos. Por ejemplo, las ciudades hebreas suelen ser fruto de un plan urbanístico, mientras que la mayoría de las árabes crecen de forma orgánica y suelen carecer de espacios públicos al aire libre para jugar. Las viviendas en edificios altos, una buena solución para familias con dos o tres hijos, tal vez no sean adecuadas para los ultraortodoxos, que con frecuencia llegan a tener hasta 10 hijos.
En consecuencia, si el programa Urban95 solo se implantara en una ciudad de Israel, tendría poca relevancia para otros lugares del país. La red Peer Cities Network ha demostrado ser una solución rentable para llegar a más ciudades, mejorar la capacitación y facilitar el aprendizaje mutuo. Además, ha generado nuevas ideas que han despertado un mayor interés en los gobiernos municipales.
Adquisición de conocimientos desde cero
Cada gobierno municipal presentó dos cargos sénior, uno del ámbito del urbanismo y otro del departamento encargado de los asuntos de la infancia. En muchos casos, estos profesionales hasta entonces se habían relacionado muy poco entre sí en su vida laboral cotidiana.
Durante 2017, el grupo (al que se sumaron expertos a escala nacional) se reunió en seis ocasiones para asistir a ponencias, debates y visitas sobre el terreno. Todas estas actividades partían de cero, pues se sabía muy poco sobre qué asuntos serían más pertinentes. Según los comentarios de los propios participantes, la experiencia ha resultado muy útil, en gran parte porque ha permitido crear un lenguaje común para los urbanistas y los especialistas en primera infancia del país.
