En las ciudades de Bogotá, Barranquilla y Soledad, Atlántico, se han previsto espacios físicos que ofrecen seguridad y protección a los niños y niñas migrantes y refugiados en Colombia, además de un espacio previamente creado en Valledupar.
La Fundación Bernard van Leer, junto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), busca crear y fortalecer estos espacios de protección para que estos niños, niñas y sus familias puedan jugar, crecer, desarrollarse e integrarse en sus comunidades de acogida.
El proyecto también ofrecerá sesiones de capacitación a las autoridades locales y nacionales, así como a las instituciones encargadas de la protección de la infancia en Colombia, entre ellas el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para fortalecer sus conocimientos sobre temas relacionados con las infancias que crecen en un contexto de movilidad humana.
«En muchas ocasiones, la niñez migrante y refugiada está expuesta a diversos factores que pueden afectar su óptimo desarrollo. A través de esta asociación con la OIM, buscamos intervenir tempranamente en estos factores, fortalecer los espacios físicos que pueden acoger y acompañar a estos niños, niñas y sus familias para que tengan el mejor comienzo posible en la vida», dijo Andrea Torres Sansotta, Directora de Programas de la Fundación Bernard van Leer.
La iniciativa incluye una estrategia para promover la integración familiar en las comunidades, e incluye una nueva metodología de atención psicosocial. Esta metodología abarca tres áreas: acompañamiento del cuidador, la promoción de los derechos de la niñez y el fortalecimiento de la crianza positiva basada en el cuidado de todos.
